La vida personal de Isabel Díaz Ayuso: de su divorcio en 2019 a su relación con Alberto González
La política madrileña, presidenta de la Comunidad de Madrid desde 2019, mantiene una tensa relación con RTVE por la emisión del documental ‘7291′

Isabel Díaz Ayuso es, sin duda, una de las políticas del momento. La presidenta de la Comunidad de Madrid desde 2019 tiene un perfil bien conocido dentro de su ámbito de trabajo y, con el paso del tiempo, cada vez lo ha sido más su vida personal. Divorciada tras un matrimonio de más de una década, y periodista de formación, la versión más íntima de la líder del Partido Popular (PP) madrileño vuelve a generar interés tras su polémica con RTVE por la emisión del documental ‘7291′ sobre las muertes en las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid durante la pandemia del coronavirus.
Ayuso se casó en 2008 con Sergio Hernández-Torre. Estuvieron durante más de diez años juntos desde que comenzaron su noviazgo. Su exmarido, propietario de dos empresas de organización de eventos, no era conocido por la cúpula del PP, puesto que la presidenta mantenía su vida personal en la más estricta intimidad.
Durante su matrimonio no tuvo ningún hijo, aunque sí tenía una importante pasión por los perros. De hecho, era la community manager del can de Esperanza Aguirre durante el mandato de esta, una profesión vinculada con sus estudios de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Más tarde, su vida se entremezcló con la de Bolbo, un labrador con el que ha sido vista en varias ocasiones.
“Siempre he sido muy familiar. Siempre me han encantado los niños, se me han dado muy bien. Pero a la vez he sido muy independiente. Me he volcado en el trabajo y he perdido el tiempo”, confesó en una entrevista con María Teresa Campos explicando por qué no había sido madre. “Si no los tengo, me dedicaré a mis sobrinos, que son tres y para mí son como mis hijos”, zanjó al respecto.
Su noviazgo con un peluquero
Tras separarse de Hernández-Torre, Ayuso comenzó un noviazgo con Jairo Alonso. Durante cuatro años, hasta noviembre de 2020, la presidenta de la Comunidad de Madrid estuvo saliendo con el peluquero y asesor de imagen. Sin embargo, no era su única dedicación profesional, puesto que también había desempeñado puestos en el mundo de la construcción y de la restauración.
El amor se acabó por la exposición pública a la que estaba sometida la política. Alonso se cansó de los focos y de que su nombre estuviera en la palestra día sí día también. Por ello, ambos decidieron dejar su relación y en la actualidad siguen manteniendo una importante amistad.
Un notable cambio de imagen
Coincidiendo temporalmente con la oficialización de su última ruptura, Ayuso sorprendió con un cambio físico que sorprendió a gran parte de la población. Durante los meses previos, la presidenta había perdido cerca de diez kilos. Todo ello gracias al ejercicio. “Soy de correr por las mañanas. Me gusta ver salir el sol y sentir que tengo el control del día”, contó.
El estrés de la responsabilidad pública de la política fue lo que, en su opinión y en la de los médicos, le llevó a engordar. “Fui al médico a ver si era por la tiroides, pero me dijo que dejara de comer. Ahora como menos”, reveló. Cambios constantes en el color y en la forma del pelo y modelos de lo más atrevidos complementan la figura visible de una de las representantes públicas con más confianza en sí misma.
Su presente junto a Alberto González
Ahora bien, pese a que fue en 2021 cuando se conoció la ruptura de Jairo Alonso, rápidamente apareció en su vida Alberto González Amador, un técnico sanitario de 43 años y que está divorciado y tiene tres hijos. La pareja fue vista en público por primera vez en mayo de 2021 en Ibiza. La presidenta se quedó embarazada en 2023, pero sufrió un aborto a la octava semana de gestación.
Con Alberto comparte su vida la política madrileña. Llevan una relación consolidada y discreta, pues él prefiere mantenerse alejado de los focos, en el anonimato y en un segundo plano, tal y como contó la propia Ayuso anteriormente: “Él no es una persona pública, y quiero mantener en la intimidad esta parte de mi vida”. Sin embargo, con el litigio que González mantiene por dos supuestos delitos de fraude fiscal y un tercero de falsedad en documento mercantil, su relación cada vez se ha convertido en más mediática.