La nueva vida de Quim Gutiérrez viviendo en la montaña y casado con una mujer 17 años menor

La segunda semana del mes de abril ha sido frenética para el actor Quim Gutiérrez y para el resto de sus compañeros del reparto de ‘Un funeral de locos’, la nueva comedia en la que participa. El actor catalán, ganador del Goya en 2007 por ‘Azul oscuro casi negro’, comparte proyecto con actores de la talla de Ernesto Alterio, Belén Rueda o Antonio Resines, entre muchos otros.

De la vida privada de Gutiérrez poco o nada trasciende de no ser por alguna que otra entrevista que ha dado a lo largo de una carrera muy prolífica. Uno de sus últimos proyectos, ’El cuerpo en llamas’, le colocó durante semanas como lo más visto de Netflix al dar vida a Albert López, el examante de Rosa Peral condenado por el crimen de la Guardia Urbana.

Fue un talento adolescente. Con tan solo 12 años debutó en ‘Poblenou’ y no dejó de trabajar hasta que el cuerpo se lo pidió. Y, mientras estudió Humanidades en la Pompeu Fabra de Barcelona, terminó de formarse en lo que a la interpretación se refiere. “Estuve cuatro años sin querer saber nada de ese mundo”, le contó al ABC.

Pero descubrir al Quim Gutiérrez actor, al personaje público, no tiene mucho misterio. Decenas de películas y otras tantas series le colocan como uno de los profesionales más demandados del sector audiovisual español. De hecho, su último estreno previo a ‘Un funeral de locos’ fue hace menos de un mes con ‘Los aitas’, lo que demuestra que no le falta trabajo.

Gutiérrez está casado con la modelo Paula Willems, 17 años menor que él (44 vs 27). La pareja lleva junta desde 2016, un año muy importante en la vida de su mujer, pues fue en el que despegó dentro del sector gracias al premio que recibió en la Madrid Fashion Week como maniquí revelación. Se casaron en 2022 en un enlace no muy sonado que celebraron un año más tarde.

La pareja tiene dos hijos en común y reside lejos del ajetreo de la gran ciudad. Habitan en la Sierra de Madrid, en un pueblo tranquilo donde pasan relativamente desapercibidos y donde han encontrado su lugar en una casa prefabricada repleta de luminosidad. Allí, donde no llega la nube de contaminación de la capital, Gutiérrez disfruta de su gran pasión: la ornitología.

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