El excéntrico regalo de graduación de Bill Gates a su hija que desmonta el discurso de la que era su mujer: “Clase media”
Melinda Gates siempre ha considerado que sus hijos han sido criados en la “clase media”.
Ser hija de una de las personas más ricas del mundo puede llevarte a recibir regalos que el resto de los mortales ni se imaginen. Jennifer Gates, en su caso, acabó su etapa en la Universidad de Stanford en el 2018, y por ello su padre, el magnate Bill Gates, le premió con un curioso regalo.
Ni un teléfono móvil ni un viaje, Bill Gates decidió regalarle a su pequeña una granja de caballos de más de 15 millones de dólares (13 millones de euros, al cambio) y 500 metros cuadrados en North Salem, en Nueva York.
Según ‘Architectural Digest’, este fue el regalo de graduación que recibió Jennifer de parte de sus padres, aunque Melinda Gates siempre ha asegurado que sus hijos se han criado en la “clase media”.
En el 2024, Melinda confesó a ‘The New York Times’ que de verdad cree que han criado a sus hijos de esta manera: “Creo que fue mucho más una educación como en la que yo crecí. Un hogar muy de clase media en el que el dinero sí dictaba si me daban un par de zapatos extra ese año o no”.
En esa misma entrevista, la ya exmujer de Bill Gates señalaba que sus hijos “tenían que comprar sus cosas con su paga o ponerlo en su lista de deseos, que tal vez les daríamos sus abuelos o nosotros”.
Pese a ello, advertían a sus hijos de que no debían hablar de cómo eran sus viajes familiares con otras personas: “Sabéis, no estáis autorizados a contar a otras personas cómo volamos en este viaje... de lo contrario os separará de otros niños”.
Y es que además de recibir esta granja como regalo por su graduación, Jennifer también fue apoyada por su padre recibiendo una inversión de 38 millones de dólares en propiedades en Wellington, Florida, para el entrenamiento ecuestre de élite, donde tendría como vecino a Bruce Springsteen, entre otros.
Sin embargo, Melinda sigue creyendo que eso es considerado “clase media”, y que nunca criaría a sus hijos con riquezas: “Estudié con algunos de esos chicos en la Universidad de Duke. Y me juré a mí misma que si alguna vez tenía recursos a mi disposición, esos no eran el tipo de niños que quería criar”.
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