El druida hace magia con lo que le echen

A Manuel Pellegrini se le está poniendo toda la cara, aún más, de Panorámix, el druida de Astérix y Obélix que convertía a los habitantes de su aldea en superhombres a través de su pócima mágica, con los ingredientes que solo él conocía. Pero el chileno ha superado al druida. Porque en Florencia no pudieron ponérsele más cosas en contra y no podía tener menos ingredientes en su despensa. Todo fuera eso. El enésimo conejo de la chistera estaba por salir.

Porque la eliminatoria la resolvió Abde, su primer cambio y que sorprendentemente fue titular en una ida en la que también marcó. Pero el gol lo propició Ruibal, delantero centro improvisado por la lesión de Bakambu. El nueve con el que se empezó la temporada cuando el congoleño estaba lesionado y Vitor Roque aún no había llegado. Y la portería la tapió Mendy, central del filial que tuvo que comerse el marrón de cubrir la lesión de Bartra.

El Betis es un gran equipo con grandes jugadores. El Betis es un club que se está haciendo grande gracias a la gestión de sus dirigente, también. Pero lo de Manuel Pellegrini no tiene nombre. O sí la tiene: magia. Magia verde, blanca y verde.

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