Cómic
Factor-X: ¿La resurrección de Jean Grey, una idea romántica o un negocio?
En 1986, Marvel, en pleno auge del universo mutante, lanzaba una nueva colección que recuperaba al equipo original de la Patrulla-X.

La vida de los mutantes no siempre ha sido fácil, y no hablamos solo de lo que ocurre en las viñetas, sino también de lo que se cuece en los despachos de Marvel. En la década de los 60, había tres grandes colecciones basadas en grupos, creadas por el dúo Jack Kirby y Stan Lee durante la llamada Edad de Plata: ‘Los Vengadores’, ‘Los Cuatro Fantásticos’ y ‘X-Men’.
De estas tres, solo dos sobrevivieron a los años 70, ya que las ventas hicieron insostenible la colección mutante, a pesar de que en sus últimos números contaba con un equipo creativo de primera: Roy Thomas y Neal Adams. Así que en el número 66 se canceló. Los mutantes no desaparecieron del todo, porque se reimprimieron historias antiguas que conformaron la etapa del 66 al 93.
En 1975 apareció un especial, ‘Giant-Size X-Men’, de la mano de Len Wein y Dave Cockrum, que introducía un nuevo equipo compuesto por mutantes de todo el mundo, que tenían como misión rescatar a los primeros X-Men. El éxito fue tal que se quedaron como protagonistas de la colección regular, aunque bajo la dirección de un X-Men original: Cíclope. Más adelante se incorporarían al proyecto John Byrne y Chris Claremont, y el universo mutante se convirtió en la joya de la corona de Marvel, solo por debajo en ventas de ‘Star Wars’.

El contexto editorial de Marvel en los 80
Durante los años 80, Marvel atravesaba una etapa de fuerte expansión comercial. La editorial había comprendido que sus franquicias más exitosas no solo podían sostenerse, sino multiplicarse. Así nacieron múltiples spin-offs, miniseries y colecciones paralelas. El universo mutante, en particular, se consolidó como un laboratorio de ideas y un motor de ventas.
La estrategia era clara: si una colección funcionaba, había que explotarla. Así surgieron títulos como ‘Los Nuevos Mutantes’, ‘Excalibur’ o ‘Factor-X’, que permitían diversificar las historias, atraer nuevos lectores y mantener el interés de los veteranos. Esta política editorial también respondía a una necesidad de competir con DC Comics, que en esa misma década había relanzado su universo con eventos como ‘Crisis en Tierras Infinitas’. Marvel, en cambio, optó por expandir sin reiniciar, apostando por la continuidad y la interconexión entre títulos.
En ese contexto, la resurrección de Jean Grey no solo era una jugada narrativa, sino una maniobra editorial cuidadosamente calculada para abrir nuevas líneas de negocio sin perder el vínculo emocional con los lectores clásicos.

La muerte de Jean Grey
En el número 100 de la colección de Patrulla-X, Jean Grey se ve sometida a la radiación de una potente tormenta solar y se convierte en Fénix, un ser cuyo poder rivaliza con el de Thor. Poco a poco, su personalidad se volvió más oscura hasta exterminar un planeta entero. En una polémica decisión, Jim Shooter, editor de Marvel en ese momento, exigió a sus creadores que la mataran.
No fue una operación sencilla. De hecho, fue a la larga el motivo de la ruptura de la gran pareja creativa Byrne-Claremont. Tampoco era la primera vez que un personaje fundamental desaparecía de una colección: en 1973 le tocó a Gwen Stacy y, seis meses antes, Jim Starlin había liquidado de cáncer al Capitán Marvel. Todo un shock, porque en aquel entonces las muertes sí eran definitivas.

¿Negocio o idea romántica?
Pero lo cierto es que los chicos X se habían convertido en la gallina de los huevos de oro de Marvel. Sus cómics lideraban las ventas, y el éxito del resto de colecciones se medía en función del porcentaje que mantenían con los pupilos de Xavier.
En la Casa de las Ideas lo tenían claro: había que expandir ese universo. Primero llegaron ‘Los Nuevos Mutantes’ en 1982, lo que dio pie a rescatar una demanda de los fans: recuperar a la Patrulla-X original. El gran problema era que uno de sus cinco miembros fundacionales, Jean Grey, estaba bien muerta y enterrada. Y aquí se abrió la Caja de Pandora: se decidió “resucitar” al personaje utilizando la “solución Kirby”, es decir, que el superhéroe al que todos daban por muerto, en realidad no lo estaba. Un triple salto mortal argumental que se llevó a cabo en ‘Los Vengadores’ #263 y ‘Los Cuatro Fantásticos’ #286, como prólogo para una nueva colección mutante: ‘Factor-X’.

Nace ‘Factor-X’
Con Grey de nuevo en escena, Bob Layton (guionista) y Jackson Guice (dibujante) fueron los encargados, en febrero del 86, de reunir al equipo original: Cíclope (Scott Summers), Jean Grey, Ángel (Warren Worthington III), Bestia (Hank McCoy) y Hombre de Hielo (Bobby Drake).
Este grupo operaba bajo la falsa bandera de ser un equipo dedicado a eliminar amenazas mutantes, cuando en realidad querían mantener vivo el ideal de Xavier, que en ese momento estaba fuera de la Tierra recuperándose de su batalla contra Fenris, dejando la escuela en manos de Magneto.
La colección no terminó de despegar hasta que Louise Simonson se hizo cargo de ella en el número 6. Por un lado, era amiga de Claremont, con quien había trabajado como editora en ‘Patrulla X’, lo que facilitó una integración más orgánica de los personajes en el universo mutante y acabó con la resistencia del autor a la nueva colección. Por otro lado, fue el detonante final de la marcha de Byrne a DC.
Narrativamente, ‘Factor-X’ subió de nivel. Simonson dio forma a uno de los grandes villanos del universo Marvel: Apocalipsis. Su filosofía de la “supervivencia del más fuerte” y su conexión con la mitología mutante lo convirtieron en una figura central en eventos posteriores como ‘La Era de Apocalipsis’, ‘Los Doce’ o ‘X of Swords’. Además, consiguió embarcar a su marido Walter, una gran estrella del momento, en el proyecto desde el número 10.
Las historias se volvieron más profundas: se exploró el triángulo amoroso Summers–Jean Grey–Madelyne Pryor, y más adelante se narró la transformación de Ángel en Archangel, convirtiéndose en uno de los Cuatro Jinetes de Apocalipsis.

Impacto a largo plazo
Aunque ‘Factor-X’ nació como una maniobra editorial para capitalizar el éxito de los mutantes, su legado ha sido profundo y duradero dentro del universo Marvel. La colección no solo permitió el regreso de Jean Grey, sino que también redefinió a varios personajes clave, especialmente a Cíclope, cuya evolución emocional y conflicto con Madelyne Pryor marcaron un antes y un después en su desarrollo.
‘Factor-X’ también ayudó a consolidar el modelo de “familia de títulos mutantes” que Marvel explotaría durante décadas, sentando las bases para eventos cruzados, líneas argumentales compartidas y una narrativa coral que se convirtió en sello distintivo de los X-Men.

Conclusión
‘Factor X’ nace de una necesidad empresarial de ganar más dinero, parte de una idea romántica de los lectores por recuperar a la Patrulla X original y termina convirtiéndose en una colección de referencia gracias a la presencia del matrimonio Simonson.

Ficha
- Autores: Louise Simonson, Walter Simonson, Marc Silvestri, Keith Pollard, John Byrne, John Buscema, David Mazzucchelli, Bob Layton, Butch Guice, Roger Stern, Terry Shoemaker
- Formato: Tapa dura 17 x 26 cm
- Páginas: 576 Color
- ISBN: 9788413347714
- Editorial: Panini Comics (España)
- Precio original: 44,95 €
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