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Internet

Si una web o app te pide estos datos, desconfía: el aviso que todos deberíamos tener en cuenta

Las aplicaciones y webs que piden datos de más suelen ser intentos evidentes de estafa muy simples de esquivar. En esta noticia os explicamos el riesgo potencial.

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Los ciberdelincuentes campan a sus anchas por el salvaje oeste que representa Internet, aunque sus métodos no siempre son tan sofisticados o vanguardistas, lo que permite protegernos ante lo evidente de ciertos intentos de estafa. En ocasiones, basta con usar el sentido común: ¿realmente algunas webs y aplicaciones necesitan tantos datos personales para funcionar “correctamente”? Este es un indicio claro de estafa o de, como mínimo, un peligro potencial para nuestros datos y privacidad.

Si una web o aplicación te solicita datos personales que van más allá de lo razonable, desconfía: pueden quererlos para suplantar tu identidad

Una de las actividades ilícitas más comunes en internet es el phishing, un tipo de estafa en la que, mediante la suplantación de una persona u organismo en apariencia legítimos, se nos solicitan datos personales o información de carácter confidencial como combinaciones de correo electrónico y contraseña, números de tarjetas de crédito y números secretos, o credenciales de acceso a webs y aplicaciones. Revelar esta información sin asegurarnos de que quien está al otro lado es realmente quien dice ser puede ser muy peligroso, ya que pueden usar nuestros datos para un sinfín de maneras de perjudicarnos, ya sea desvalijar nuestras cuentas bancarias, o suplantar nuestra identidad y hacer phishing nuevamente a nuestros contactos.

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La mejor defensa ante los posibles intentos de estafa a través de internet es usar el sentido común

Por este motivo, a la hora de acceder a páginas web o descargar aplicaciones cuya fiabilidad desconocemos, la mejor defensa es el sentido común. Si uno de estos servicios nos piden más datos o permisos de los que debería para funcionar de manera razonable, es una gran bandera roja. Por ejemplo, si una aplicación de linterna nos pide acceso a nuestra lista de contactos o a la galería de imágenes, es una señal muy evidente de que hay algo turbio detrás.

De la misma manera, tampoco es buena idea ya no solo registrarnos en páginas web o servicios de dudosa legitimidad, sino utilizar en ellos nuestros datos personales reales. ¿Realmente es necesario ir dejando un rastro digital de datos confidenciales como nuestro nombre, apellidos, dirección, fecha de nacimiento y documento de identidad en webs de sorteos y similares? Como dice el refrán, nadie da duros por cuatro pesetas: este tipo de webs no ofrecen ningún premio real, sino que son un cebo para captar datos personales de los incautos que piquen.

Muchas aplicaciones que descargamos y usamos a diario son, en apariencia, inofensivas, aunque pueden ser una vía para que los estafadores puedan hacerse con nuestros datos personales
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Muchas aplicaciones que descargamos y usamos a diario son, en apariencia, inofensivas, aunque pueden ser una vía para que los estafadores puedan hacerse con nuestros datos personalesLisa Fotios (Pexels

En resumidas cuentas, la mejor manera de protegerse ante posibles intentos de estafa o robo de información personal está en pensar en el balance entre riesgo y beneficio. No hace falta ser un experto para darse cuenta de que una web o aplicación que nos pide más detalles personales o acceso a datos privados de los que necesitarían para funcionar con normalidad es una clara señal de alarma. Si tenemos un mínimo de picardía digital, nos será sencillo sobrevivir en el far west que representa el Internet moderno, sin tener que lamentarlo después ni convertirnos en víctimas de los forajidos virtuales que acechan tras cada clic.

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