Tecnología
Hackers atacan las cuentas de usuarios Android mientras emerge una nueva amenaza global en forma de malware
Un software malicioso se infiltra en dispositivos móviles para robar información financiera mediante técnicas invisibles y control remoto.

Un nuevo y sofisticado malware ha irrumpido en el ecosistema Android y genera preocupación entre expertos en ciberseguridad y entidades financieras. Se trata de Crocodilus, una cepa maliciosa detectada por primera vez en marzo por la firma de prevención de fraude ThreatFabric, que ya está causando estragos en varias partes del mundo.
A diferencia de muchas amenazas emergentes que suelen derivar de variantes anteriores, Crocodilus no es un simple clon. Desde su aparición, ha mostrado una madurez técnica poco habitual, lo que lo convierte en una amenaza de primer nivel para los dispositivos móviles, especialmente aquellos que almacenan datos bancarios o billeteras de criptomonedas.
Control y sigilo
Crocodilus emplea una serie de técnicas modernas para robar información de forma silenciosa y efectiva. Entre ellas destacan el control remoto del dispositivo infectado, superposiciones de pantalla negra (que ocultan lo que el usuario ve mientras el malware actúa en segundo plano), y un sistema de registro de accesibilidad que permite capturar datos confidenciales con precisión quirúrgica.
Una de sus evoluciones más inquietantes es la capacidad de infiltrarse en la lista de contactos del usuario y agregarse a ella, un mecanismo que le permite eludir sistemas antifraude diseñados para bloquear comunicaciones desde números desconocidos. Este comportamiento refleja un diseño estratégico para sortear barreras de seguridad tradicionales y atacar activos de alto valor.

Una amezana global
Inicialmente detectado en ataques dirigidos a usuarios en España y Turquía, Crocodilus ha ampliado rápidamente su alcance. Según ThreatFabric, sus campañas ya no están limitadas geográficamente, lo que consolida su estatus como una amenaza global emergente.
Los principales objetivos incluyen aplicaciones bancarias móviles y billeteras de criptomonedas populares, áreas particularmente sensibles por el tipo de información y fondos que manejan. La elección de estos blancos refleja la sofisticación detrás del malware, claramente diseñado para maximizar el impacto financiero.
La insuficiencia de las defensas tradicionales
La aparición de Crocodilus deja en evidencia una preocupante realidad: los métodos de detección basados en firmas ya no son suficientes, especialmente en las primeras etapas de propagación de nuevas amenazas. Frente a este escenario, ThreatFabric recomienda a las instituciones financieras adoptar un enfoque de seguridad por capas, que incluya análisis de riesgo basados en el comportamiento de los usuarios y sus dispositivos.
Llamada a la acción
El caso de Crocodilus no es un incidente aislado, sino un ejemplo más de la rápida evolución del malware en el entorno móvil. Mientras los atacantes continúan perfeccionando sus herramientas, la defensa también debe adaptarse y modernizarse.
Los usuarios, por su parte, deben estar más atentos que nunca: mantener el sistema operativo actualizado, evitar instalar aplicaciones fuera de tiendas oficiales, y desconfiar de mensajes sospechosos son prácticas básicas, pero esenciales, para evitar caer en las redes de amenazas como Crocodilus.
La batalla por la ciberseguridad en el entorno móvil está lejos de terminar. Y Crocodilus es un recordatorio contundente de que el frente de ataque se expande, evoluciona y se vuelve cada vez más sofisticado.

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