Una década de inestabilidad

Hace poco más de dos semanas se cumplían diez años del último ascenso del Sporting a la Primera División. Aquel mismo mes de junio se producía el retorno del Oviedo al fútbol profesional, aunque el reencuentro de ambos equipos no se iba a producir hasta dos temporadas después porque el equipo gijonés lograba mantenerse en la máxima categoría. Desde aquel hito de ‘los guajes de Abelardo’ ha pasado una década que, mientras ha llevado al eterno rival de los rojiblancos a la elite del fútbol español, en Gijón se ha caracterizado por la inestabilidad de los proyectos y por una paulatina caída deportiva que ha llevado a asomarse al abismo del descenso más humillante para un club con 120 años de historia, que se cumplirán la próxima semana.

Si hay que hacer balance de estos diez años que han desembocado en la situación actual, habrá que convenir que la modernización de El Molinón y sobre todo de Mareo, junto a la fidelidad mostrada por la masa social han sido lo mejor que le ha pasado al Sporting en todo este tiempo. Las mejoras de las instalaciones han llegado producto de la inversión provocada por el crédito concedido por el fondo CVC que consiguió LaLiga para todos los clubes; mientras que la afición sportinguista elevó con su incondicional entusiasmo a las mayores cifras de abonados de la historia a pesar de que la irregularidad de los resultados. En la temporada 2017-2018 se tocó techo con 24.400 socios, mientras en la curso recién finalizado se han llegado a casi 23.000 seguidores con asiento en El Molinón.

De todas formas, el hecho más trascendente que ha vivido el Sporting en esta década ha sido el cambio de propiedad. La llegada del grupo mexicano Orlegi Sports al inicio del verano de 2022 provocó en la afición un entusiasmo sin precedentes. En aquellas mismas fechas, en el Oviedo también se producía un relevo en la mayoría accionarial y el Grupo Pachuca, también llegado de México, tomaba el relevo de Carso. Después de tres años de rivalidad Orlegi-Pachuca trasladada a Asturias, el resultado deja mal parado, sin duda, al holding que lidera Alejandro Irarragorri.

La gestión en el Sporting, que tiene su reflejo en los resultados deportivos, ha sido deficiente con una caída en la clasificación de Segunda desde que se produjo el último descenso en 2017. Solo hubo dos excepciones con las eliminatorias por el ascenso que disputaron los equipos de Rubén Baraja (2018) y Miguel Ángel Ramírez (2024).

Para analizar lo que ha sucedido en el Sporting en los últimos diez años solo hace falta hacer un repaso rápido y numérico. Los cambios que se han producido en las diferentes áreas, sobre todo en aquellas con especial incidencia en los resultados deportivos, ofrecen pistas sobre los motivos que han llevado a la actual situación.

4 Presidentes

Antonio Veiga –presidente del último ascenso y la permanencia en Primera--, Javier Fernández y Alejandro Irarragorri, más el presidente ejecutivo David Guerra, han ocupado el puesto de mayor responsabilidad en el club.

5 Directores deportivos

Nico Rodríguez fue el director deportivo del ascenso, permanencia y descenso en Primera División y desde la caída de nuevo a Segunda han pasado por ese cargo Miguel Torrecilla, Javier Rico, Gerardo García y ahora Israel Villaseñor. Los dos últimos son de Orlegi.

11 Entrenadores

Algo más de un técnico por temporada ha tenido el Sporting desde el último ascenso. Abelardo –en dos etapas--, Rubi, Paco Herrera, Rubén Baraja, José Alberto López, Djukic, David Gallego, Martí, Abelardo, Ramírez, Albés y Garitano han sido los técnicos rojiblancos.

4 Directores de Mareo

La vieja Escuela de Fútbol es un punto flaco sin duda de la gestión en el Sporting en estos últimos años. La anterior propiedad tuvo en Manolo Sánchez Murias a su director permanente, mientras que la llegada de Orlegi ha llevado a nombrar hasta tres responsables de la cantera: David Fernández –que duró solo un par de meses--, Óscar Garro y ahora Felipe Vega-Arango.

49 Fichajes

La afición siempre lamenta la falta de inversión en plantilla, la llegada de fichajes que eleven el nivel del equipo. Pues bien, en diez años ha habido casi medio centenar de incorporaciones bien con la carta de libertad en el bolsillo, bien a través de la vía de pagos de traspasos. Javier Fernández acometió 31 fichajes, destacando entre todos ellos la vuelta de Manu García (4 millones) o la contratación de Djurdkevic (2,5); por su parte, el grupo mexicano que preside Alejandro Irarragorri ha fichado 18 futbolistas en tres años, pero realmente afrontó solo dos pagos por traspasos recién llegados al asumir el medio millón para lograr la propiedad de Villalba y la compra de Uros Milovanovic por otro medio millón de euros. Los fichajes de Dubasin y Gelabert han roto esta cuasi sequía en la inversión en fichajes de cara a la próxima temporada, aunque sus casos están fuera de este informe.

55 Cedidos

El Sporting ha tenido en esta última década un mayor número de cesiones que de fichajes. En total han llegado a Gijón 55 futbolistas cuya propiedad era de otros clubes. Javier Fernández no tuvo más remedio que recurrir a esta fórmula en el año del regreso a Primera por la sanción de LaLiga que le impedía fichar, pero la siguió utilizando en los años siguientes hasta sumar 41 jugadores cedidos. Por su parte, las cesiones han sido el recurso tan utilizado por Orlegi como los fichajes, puesto que en estos tres años han llegado a Gijón 16 cedidos, algunos de ellos con un rendimiento prácticamente nulo (Carrillo, Jeraldino, Caicedo…)

14 Traspasos

Finalmente, si se habla de ventas, más de un traspaso por temporada ha llevado a cabo el Sporting en la última década; en total fueron 14 por un valor global de 33 millones de euros. Javier Fernández vendió a seis jugadores por un montante de casi 20 millones (Meré, Dani Martín, Sergio Álvarez, Federico Barba, Robin Lod y Carlos Castro); mientras que el grupo mexicano ha traspasado a ocho futbolistas en estos tres años (Manu García, Gragera, Pedro Díaz, Djurdjevic, Mariño, Pol Valentín, Jonathan Varane y Fran Villalba) que han supuesto unos ingresos de unos 13 millones de euros.

En definitiva, el nivel de exigencia para Orlegi Sports se ha elevado con el ascenso del eterno rival. El retorno a Primera es siempre el objetivo del Sporting, pero ahora se convierte casi en obligación porque así lo considera una afición humillada por el éxito oviedista. Se ha doblado la apuesta para el grupo mexicano.

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