El Madrid ha estado mes y medio esperando con ansia el regreso de Dani Ceballos. Y con motivo. Hasta su lesión en la ida de la semifinal de Copa ante la Real, el andaluz estaba a un altísimo nivel y había adquirido un rango de insustituible en el centro del campo. Ceballos ha reaparecido, pero aún no ha vuelto por sus fueros.

Tras el mes y medio que pasó en la enfermería, Ancelotti –que nunca en estos cuatro años, ni cuando menos oportunidades le concedía, ha escatimado en elogios hacia Dani– mimó a Ceballos pensando en la final de Copa. Un puñado de minutos ante Alavés, Arsenal y Getafe intercalados con la titularidad ante el Athletic. Un plan afinado con los ojos puestos en aquel Clásico de La Cartuja, en el que el equipo mostró un nuevo brío coincidiendo con la entrada de Modric y Güler justo cuando se fue Ceballos con un leve esguince en el tobillo izquierdo.

En el partido contra el Celta, en el que fue de nuevo titular y disputó 76 minutos, estuvo por debajo de los números que viene promediando esta temporada, según datos de BeSoccer Pro. Sus registros en la distribución estuvieron en línea con los de otros encuentros, pero sus pases tuvieron menos incidencia en las cercanías del área rival.

La necesidad de la defensa de tirar de Tchouameni para completar la zaga y la lesión de Camavinga aseguran el sitio a Ceballos en esta recta final de Liga. Pero el 19 necesita volver a ser el que fue en invierno para apuntalar su candidatura a la titularidad de cara al Mundial de Clubes, cuando la situación en la enfermería se normalice y con un Güler que en dos partidos ha conquistado al técnico... y encandilado a la grada.

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