Espanyol

La rebeldía de Pere Milla

Al igual que sucedió la temporada pasada, el delantero perico se ha reivindicado en el tramo final de campeonato

BARCELONA, 24/05/2025.- El centrocampista del Espanyol Pere Milla celebra tras marcar el segundo gol ante Las Palmas, durante el partido de LaLiga de fútbol que RCD Espanyol y UD Las Palmas disputan este sábado en el RCDE Stadium, en Barcelona. EFE/Alejandro García
Alejandro García
Álex Biescas
Redactor en la delegación de Cataluña. Centrado en el baloncesto, también escribe sobre los equipos catalanes en el fútbol profesional y sobre cualquier evento deportivo que se realice en Cataluña. En el Diario AS desde 2011. Licenciado en Periodismo.
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La historia de Pere Milla en el Espanyol es, al fin y al cabo, una historia de redención. Y por partida doble. El delantero aterrizó en el club blanquiazul en verano de 2023, con el equipo en Segunda, y con la misión de ser un hombre importante en el reto de devolver a la histórica entidad barcelonesa a Primera. Arrancó jugando bastantes minutos, siendo habitualmente titular, pero su rendimiento no fue quizás el esperado. Siendo uno de los fichajes importantes, el Espanyol pagó 2’5 millones de euros al Elche, los aficionados esperaban más. Y Pere aportó más.

Tras un inicio complicado, con críticas incluidas por parte de la afición perica, Milla se reivindicó en su primera temporada. Con la llegada de Manolo González al banquillo el delantero adoptó un nuevo rol, por la banda izquierda, y acabó siendo determinante en el ascenso logrado ante el Oviedo. Poco a poco, partido tras partido, fue revelándose como un futbolista importante para el Espanyol.

Esta última temporada fue, en cierta manera, un calco a la anterior. Pere tuvo presencia en ocho de los primeros 23 partidos de Liga, no consiguió marcar un solo gol y tan solo en una ocasión jugó más de 45 minutos. Encadenó, de hecho, siete partidos sin disputar ni un solo minuto. Su ostracismo empezó a desvanecerse en el mes de febrero, y re reivindicó en abril. Con un gol, fue decisivo en la excelente dinámica de resultados que acercaron mucho al equipo a la permanencia. Jugó ante Atlético de Madrid, Rayo, Celta, Getafe y Valencia, cuando el equipo sumó tres victorias y dos empates. Pero lo mejor estaba todavía por llegar.

Pere disputó de manera consecutiva las cuatro últimas jornadas, marcó ante el Leganés, pero no fue hasta el partido ante Las Palmas cuando cerró el círculo. Si el Espanyol es hoy un equipo de Primera División es en parte gracias a él. Con el equipo atenazado, ansioso e incapaz de superar a los canarios, saltó al césped en el descanso de la última fecha liguera. Y cambió el rumbo del partido. El rumbo del club. Jugó con desparpajo, ajeno a los nervios que paralizaron a gran parte de sus compañeros, marcando el definitivo 2-0 que dejó al equipo en la máxima categoría del fútbol español.

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El papel que vaya a tener Pere Milla la próxima temporada es todavía incierto. Ahora mismo, es el único delantero de la plantilla. Con Puado cerca de renovar, Kike García atado e intentando retener a Roberto, las posiciones de ataque estarán caras. Pero si una virtud tiene Pere es, además de la resiliencia, su polivalencia. Una cualidad que Manolo ha sabido exprimir a la perfección.

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