Los turistas británicos se ‘cansan’ de España y apuntan el problema: “No van a convertir mis libras en euros”
Muchos medios ingleses reportan las quejas de centenares de turistas de las islas por este impuesto que se va a empezar a aplicar.

El turismo en España no para de generar debate. Sin embargo, en algunos sitios más que en otros a veces roza la discusión. Que se lo digan a los canarios, quienes desde hace semanas se están manifestando, principalmente en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, al grito de “Canarias tiene un límite”. El motivo se fundamenta en los datos: en 2024, el archipiélago recibió a 17,7 millones de turistas, tanto como los que recibieron Brasil y la República Dominicana conjuntamente. Según el INE, de cada 100 visitantes que vienen a España, casi 20 viajan a las Islas Canarias.
Sin embargo, en la otra cara de la moneda, desde Reino Unido crecen las voces de enfado y decepción ante una posible tasa turística que, aún sin implantarse, ya está provocando cancelaciones de viajes. Y es que la propuesta de crear un impuesto insular sobre las pernoctaciones turísticas fue planteada recientemente por el presidente canario, Fernando Clavijo (Coalición Canaria), quien no dudó en señalar que “o se suben los salarios vinculados a la productividad, o se suben los impuestos”.
Por el mismo cauce, la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, también ha manifestado su apoyo a la medida, aunque matizando que se trata por ahora de una propuesta de partido, no de gobierno. El Partido Popular, socio clave en el ejecutivo regional, mantiene su oposición, aunque ha expresado disposición al diálogo si se encuentra “un punto de encuentro”, según declaró el vicepresidente del Cabildo, Lope Afonso.
Reino Unido se queja de la situación
Quienes vienen a las islas también han manifestado su descontento. Medios británicos como The Mirror y The Sun se han hecho eco de las quejas de turistas que consideran desproporcionada la posible tasa y aseguran que ya han cancelado sus reservas. “Antes me encantaba España, pero no he vuelto desde que pusieron el impuesto turístico”, afirmaba un ciudadano británico. Otros se quejan de que las vacaciones en Canarias han pasado a costar “hasta 2.000 libras por semana”, y ven en esta iniciativa un castigo al turismo de bajo coste.
Algunos incluso la interpretan como un gesto hostil, alentado por mensajes radicales que han circulado en redes, como el cartel que apareció en Tenerife con la frase “Matar a un turista” o los ataques vandálicos a coches de alquiler, incidentes que, si bien aislados, han sido ampliamente difundidos por la prensa británica.
La realidad, sin embargo, es más compleja. En enero de 2025, Canarias recibió más de 775.000 visitantes internacionales, un 3 % más que en el mismo mes del año anterior, según datos oficiales. Aun así, los operadores turísticos comienzan a detectar una desaceleración en las reservas de cara al verano. Las causas podrían estar tanto en la crispación social como en la incertidumbre normativa. Mientras tanto, municipios como Mogán, en Gran Canaria, han intentado aplicar ya una tasa de 0,15 euros diarios por persona, medida que fue suspendida temporalmente pero que hoy sigue en vigor tras un fallo favorable del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
Con esto, este malestar por ambas partes se topa con una paradoja que ya es crónica en el archipiélago atlántico: la dependencia casi exclusiva del turismo en un territorio limitado y vulnerable. Como resumió el dirigente nacionalista Francisco Linares durante el VI Congreso de Coalición Canaria en Tenerife: “No estamos en contra del turismo, solo queremos reflexionar con qué modelo turístico queremos seguir avanzando por el bienestar de nuestra gente”. Una reflexión que, a tenor de la respuesta social e internacional, ya no admite más aplazamientos.
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