La temperatura a la que nunca debes lavar las toallas en la lavadora
Lavar las toallas a temperaturas más bajas ayuda a mantener su durabilidad, reduce el impacto ambiental y fomenta un lavado más eficiente.
La limpieza de las toallas es una parte fundamental del cuidado del hogar, pero es importante no caer en el error de lavarlas a temperaturas extremadamente altas. Anne Grete Rasmussen, conocida como Fru Grøn, que cuenta con 25 años de experiencia en la industria de la limpieza, señala que lavar las toallas a 60 grados no es siempre necesario y puede ser perjudicial.
“Yo diría que no siempre hay que lavar las toallas a 60 grados, y lo digo aunque a veces siento la necesidad de hacerlo”. Esta recomendación se basa en la observación de que, a menudo, el lavado a temperaturas más altas no solo desgasta las fibras de las toallas, sino que también aumenta el consumo de energía, lo que no es sostenible a largo plazo.
Cuando se lavan las toallas a 60 grados, el calor intenso puede dañar las fibras de algodón, lo que reduce su suavidad y capacidad de absorción. Esto también puede llevar al desgaste prematuro de las toallas, afectando tanto su durabilidad como su apariencia. Grøn sugiere que el lavado a temperaturas de 40 grados es suficiente para eliminar la suciedad y mantener la higiene sin afectar la calidad del material. En lugar de depender del calor excesivo para desinfectar las toallas, recomienda el uso de detergentes ecológicos que eliminan las manchas de manera efectiva sin necesidad de recurrir a productos químicos agresivos.
“Esperar tres o cuatro semanas antes de lavar la ropa”
La especialista también comenta que no es necesario lavar la ropa de cama y las toallas con tanta frecuencia como muchos creen. En su opinión, para una persona sana, “Está perfectamente bien esperar hasta tres o cuatro semanas antes de poner la ropa de cama en la lavadora”. No obstante, aclara que, si la persona está enferma o tiene condiciones de salud como asma, entonces el cuidado y la frecuencia del lavado deben ajustarse a estas necesidades específicas.
Además, el lavado frecuente a altas temperaturas no solo afecta la vida útil de las toallas, sino que también tiene un impacto en el medio ambiente, al consumir más energía. Utilizando temperaturas más bajas y productos de limpieza más amigables con el medio ambiente, se puede contribuir a un hogar más sostenible y económico.
Por lo tanto, lavar las toallas a temperaturas más bajas no solo ayuda a preservar su textura y eficacia, sino que también es una opción más sostenible y responsable. Si bien es importante mantener una buena higiene, es igualmente crucial evitar el uso innecesario de altas temperaturas, que pueden dañar las fibras y aumentar el consumo energético.
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